domingo, 29 de agosto de 2010

Cómo duele


Cómo duele que ya no seas el mismo de ayer. Estabas tan pendiente de mi, y yo de ti. Te preocupabas por complacerme hasta en los más mínimos detalles. Por interesarme y llevarme hacia ti. Lo lograste, más rápido de lo que imaginabas. Sólo hacia falta volver a dejarme caer. Temía, pero ya era tarde. Me dejé caer, otra vez en el mismo lugar. Otra vez. ¿Qué pasó?
Dejaste de mirarme, de buscarme, de quererme. Fuiste desapareciendo, evitándome sutilmente sin que yo me diera cuenta. Ahora duele, y sólo puedo reprocharme a mi misma por haber vuelto a cometer el mismo error. Por haber vuelto a enamorarme, sin razón y sin saber... otra vez de ti.