miércoles, 23 de enero de 2008



En determinados episodios de nuestra vida, suceden cosas que nos provocan ganas locas de decirnos a nosotros mismos: "la vida me sonríe"

Sin embargo, siempre estarán aquellas necesidades, esas pequeñas molestias o deseos, proyecciones y demás... que nos empujan a seguir adelante con cosas que todavía queremos pero no tenemos. No por eso somos disconformes, sino que somos personas que todavia tenemos grandes motivos para seguir vivos. De ahí que creo que la mejor forma de morir seria cuando uno ya no tenga nada más para pedirle a la vida. Cuando ya hayamos cumplido nuestras metas, vencido nuestros miedos y aprendido de nuestros errores.

Pensamientos así son los que me estimulan para sobrellevar aquellos temores que tan fácilmente nos reprimen de decir esas cosas que intentan salir de nuestras bocas o de hacer eso que tanto queremos. Quisiera llegar al final de mi vida sabiendo que si cometí errores o dejé de actuar, aprendí de ello. Que tuve el valor para dar un paso al frente o para callar, y que pude cumplir con todas esas metas que siempre nos proponemos. Supongo que esa es una de las metas de la vida misma. Espero mantener mi palabra. Ya veremos.

sábado, 19 de enero de 2008

Vida

Hay un sentimiento que todavia no logro comprender. Es una sensación que me envuelve en épocas como esta; se siente algo de soledad, algo de inutilidad, ganas de algo nuevo, ganas de algo viejo. Necesidad de algo, Quiero algo pero no se qué. Paso horas mirando el techo, preguntándome porqué tengo como un vacío interno, que después lo bloqueo saliendo de ese aislamiento mental y pensando en cosas a futuro o del pasado. Por momentos pareciera que no quiero vivir el presente, que hay algo en el ahora que no puedo sobrepasar y cuando yo misma me lo hago notar lo disipo con negaciones o como si fuera sólo el aburrimiento o maquinaciones interminables y sin rumbo ni destino. Seria poco agradable llegar a un punto en el que me pregunte porqué no tomé más en cuenta todas esas señales que me indicaban una y otra vez que busco algo, sin saber bien qué es, y necesito encontrarlo ya.
Se gana, se pierde, encuentro amistades, voy soltando manos que resultaron no ser amigas. A través de mi pasan experiencias, aventuras, momentos y lapsos de mi vida que quizás nunca más voy a volver a sentir. Quisiera no estar viviendo en un futuro que todavia no llego, ni tampoco estar lamentando o reviviendo constantemente un pasado que ya tuvo su cuarto de hora. Un presente a vivir, oportunidades actuales y la voluntad de aceptar que ahora es hoy, no el ayer ni el mañana. El balance perfecto entre experiencias vividas, proyecciones a corto y largo plazo y atravesar el día a día. Eso es.
Mientras, esas necesidades y deseos y vueltas de la vida se irán presentando en el camino. Todo es cuestión de abrir los ojos, no siempre se sabe lo que se quiere hasta que se tiene. Ni tampoco siempre sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.




No sé lo que quiero, pero lo quiero ya.

lunes, 14 de enero de 2008

Poder de Destrucción



Entre tanto silencio, él observaba esa escena tan drámatica que se desarrollaba frente a sus ojos. Escondido donde estaba ella no podía verlo. Su agonia era interminable, él no podía hacer nada. No queria hacer nada. Su dolor ante tal desprecio habia dejado que el orgullo invadiera casi todos sus movmientos, dejandolo inmovil y expectante
Pero cuando la perdición parece ser solamente un paso por el camino al deseo, el anhelo se vuelve un todo. Los sentimientos se potencian y la quietud se revoluciona. Necesidad de actuar y de ser. Él, llorando, observaba a tan bella e hiriente criatura, retorciendose en el suelo, clamando en silencio por la salvadora muerte. Extendió sus manos al vacio. En su inútil esfuerzo, él se hizo ver, llamandola una y mil veces en su oido, suavemente, buscando su atención. Ella estaba ciega, sus ojos abiertos no veian más que la oscuridad.
Un profundo dolor en el pecho lo alertó. Demasiado tarde para retroceder, cayó sobre su cuerpo y en sus ultimos suspiros, susurró el nombre de la mujer que tanto había amado, incluso para dejarse matar por ella. Mirandolo fijamente mientras él se desvanecía hacia la muerte segura, ella sonrió en su triunfo, habiendo logrado llegar al corazón más puro y destrozarlo en el más vil de los engaños. Su risa ahogada se hizo escuchar, una y mil veces retumbando hasta que ella también cesó.

viernes, 4 de enero de 2008

Vulnerable ante la duda


Necesito llegar, pero no sé cómo. A la vez, estoy segura de cómo hacerlo. Es el miedo, la curiosidad, la ansiedad y la duda maldita lo que me frena y me impulsa. Finalmente termino perdida entre mis pensamientos, preguntándome si sólo será algo pasajero, o si en algún momento alguien dirá algo. Quiero preguntar, no me animo. No tengo respuestas concretas y mi cuestionamiento personal no me permite avanzar. Sería poner en vulnerabilidad total mi persona, quizás eso sea demasiado para mí.
Otra vez vuelven las ideas, las preguntas y las ganas. Pregunto por todos lados, menos donde yo estoy. Mejor dejo de hacerlo, no me sirve de nada. No me sirve siquiera preguntar, qué sentido tiene. Es hablar o callar, quietud o movilidad. Pero quizás sea un error. No, no me pregunto más. Aun cuando hay cosas que parezcan tan perfectas, pueden llegar a estar erradas. Siempre son inciertos. Ya entonces sabrás de mí.