viernes, 11 de julio de 2008

No sé


No sé si existo, si soy o me hago

No sé si pienso, dudo o aseguro

No sé si puedo o si debo

No sé si necesito porque quiero o si quiero porque necesito

No sé si amo o me enamoro

No sé si odio o celo o envidio

No sé si leo, entiendo o memorizo

No sé si busco o encuentro

No sé si me queres o te interesas

No sé si mentis, engañas o confundis

No sé si me gusta o me conviene

No sé si elijo o me resigno

No sé si uso o aprovecho

No sé si hablas, dialogas o me dejas

No sé si oís o me escuchas

No sé si olvidas o así dirás

No sé si me ayudas o me encerras

No sé si te abris o me negas


Y esta interminable lista de constantes e intermitentes dudas e indecisiones siempre me llevan a la misma conclusión, citando palabras ajenas...


...Sólo sé que no sé nada.

viernes, 4 de julio de 2008

Dolor II

Si fueramos completamente (esta palabra en todos sus sentidos y cubriendo todos los rincones) felices (esa sensación generalmente efímera de plenitud) no haría falta ya vivir, ¿o sí?. A veces creo que la vida es una suma de momentos complicados, a veces más a veces menos, pero que su sentido es en cierta forma que los enfrentemos, nos formemos y busquemos siempre esta felicidad inalcanzable. Si lo logramos, ya tendremos la máxima devolución que podemos alcanzar, puesto que hasta el día de hoy que yo sepa no se conoce mayor sensación placentera que no sea la felicidad. Esto es porque todo lo que sentimos que nos provoca placer, nos hace felices, nos dan plenitud. Si ya logramos alcanzar eso es gran medida y por momentos seguidos e imparables, ¿hace falta buscar algo más? ¿Qué es eso que se podría buscar además de la felicidad? No sabemos siquiera, si no hay rastros de algo más valioso que aquella preciada felicidad.

Entonces.. ¿el dolor qué es? ¿esa sensación con la cual debemos vivir mientras buscamos la felicidad? No. Es uno de los tantos sentimientos existentes, a decir verdad muy expandido, puesto que es la primera sensación, la más rápida y conocida entre la gran mayoria. Pero no la única. Experimentamos depresión, esperanza, alegría, ansiedad, y tantas otras más.
Será que el dolor a veces es placentero para algunas personas... vivimos de aquel dolor para justificarnos, para refugiarnos y para buscar placer. Extraño puede parecer, pero sin embargo tan cierto y tan dramático. Víctimas de aquel dolor, lo mejor es decir basta y buscar algo más que una sensación tan vacia de esperanza, para poder encontrar el camino a aquello que de verdad nos ayude a estar mejor.