domingo, 2 de enero de 2011

La Vaquita de San Antonio


A mi lado, sobre una bolsa de plástico, camina una vaquita de San Antonio. Me provoca colocar mi mano cerca para que siga su camino en mí, y sin embargo, no lo hago.

Espero. No la quiero asustar y que salga volando.

La observo. Cada tanto sus alas se comienzan a desplegar, pero luego las retira y sigue su caminata sobre la bolsa.

La sigo observando. Qué linda que es, con su color tan particular, manchado de pintitas negras.

¿Qué estara esperando? Llegó por la ventana, ya se irá supongo, con todo el espacio que tiene en las afueras, adentro de mi casa va a estar aburrida como un hongo.

Sin embargo, se queda. Esta obstinada con la bolsa. La recorre, la recorre...


Ya voló.

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