viernes, 4 de enero de 2008

Vulnerable ante la duda


Necesito llegar, pero no sé cómo. A la vez, estoy segura de cómo hacerlo. Es el miedo, la curiosidad, la ansiedad y la duda maldita lo que me frena y me impulsa. Finalmente termino perdida entre mis pensamientos, preguntándome si sólo será algo pasajero, o si en algún momento alguien dirá algo. Quiero preguntar, no me animo. No tengo respuestas concretas y mi cuestionamiento personal no me permite avanzar. Sería poner en vulnerabilidad total mi persona, quizás eso sea demasiado para mí.
Otra vez vuelven las ideas, las preguntas y las ganas. Pregunto por todos lados, menos donde yo estoy. Mejor dejo de hacerlo, no me sirve de nada. No me sirve siquiera preguntar, qué sentido tiene. Es hablar o callar, quietud o movilidad. Pero quizás sea un error. No, no me pregunto más. Aun cuando hay cosas que parezcan tan perfectas, pueden llegar a estar erradas. Siempre son inciertos. Ya entonces sabrás de mí.

1 comentario:

sol ..* dijo...

pareciera salir de mi propia cabeza eso.. es lo que me tortura últimamente: hablar o callar.